lunes, 16 de agosto de 2010

Patriotas o Patrioteros?

Estas palabras van dirigidas a quienes califican como Apàtridas a los cubanos que un dìa decidieron vivir fuera de Cuba por no compartir el sistema polìtico imperante en la Isla ò por criticar la acciòn del gobierno y proponer polìticas alternativas a la actual problemàtica cubana.

Independientemente que ninguna persona se puede sentir con derecho para condicionar, manipular ò desprestigiar la condiciòn de patriota de un cubano por su lugar de permanencia o divergencias de ideas con el gobierno polìtico imperante en Cuba, tengo a bien recomendarles consultar el diccionario de la lengua española para conocer el significado de palabras como:

Apàtrida: que se confiesa sin nacionalidad; sin patria.
Patria: tierra natal a la que se està ligado por afecto, historia y cultura.
Patriota: quien ama a su patria y busca beneficiarla.

A esos individuos que se han autoasignado ese mezquino privilegio de intentar cuestionar el patriotismo y la condiciòn de cubano de otros, es bueno aclararle que el lugar de permanencia o la condivisiòn ò divergencias de ideas no determina ni puede privar a ninguno de los nacionales nacidos en Cuba de su condiciòn de patriota y mucho menos de cubano.

Sin embargo, deberìan reconocer que algunos cubanos, al apoyar y aceptar las decisiones y polìticas contra los genuinos intereses de la patria, contra las libertades y los derechos cìviles y polìticos de nuestros ciudadanos, pueden ser de hecho, verdaderos anti patriotas, vivan en Cuba ò en el exilio.

A esos ciudadanos que se creen super cubanos y super patriotas, el diccionario de la lengua española los ha definido muy bien como:
Patriotero: "quien alardea inoportunamente de patriotismo".

Recuerden, Martì dijo: la Patria es ara, no pedestal.

martes, 10 de agosto de 2010

La reactivaciòn de la geopolìtica rusa en Cuba

En el 2008, en uno de los articulos publicados en el blog llamaba la atenciòn que ante el crecimiento de las relaciones de Estados Unidos con su nuevo aliado Georgia y el interès americano en concluir el establecimiento de radares y misiles en varios paìses ex comunistas europeos como parte del famoso escudo antiterrorista, Rusia comenzaba a jugar nuevamente la carta Cuba en su planes geopolìticos.

Asimismo alertaba que consciente de la profunda crisis (casi bancarrota) de la economìa cubana y el desespero de la nomenclatura cubana por garantizar su supervivencia a todo costo en el poder, el gobierno ruso condicionaba nuevamente las posibles inversiones y lìneas de financiamientos, a la utilizaciòn del territorio cubano para el reabastecimiento de los aèreos militares rusos (con capacidad para interceptar cohetes nucleares) que patrullan constantemente la regiòn, asì como a los submarinos atòmicos en la base naval de Cienfuegos.

Aùn cuando los gobernantes cubanos conocen el precio militar y geopolìtico que Cuba deberà pagar con la reactivaciòn de las relaciones con Moscu; con tal de garantizar su supervivencia politica, continuan impulsando este nuevo peligroso acercamiento con el gobierno ruso con el intento de constituciòn de un diabòlico y aberrante eje Moscù – Caracas - Habana. Los màs beneficiados de este engendro han sido los grupos industriales militares rusos que han logrado vender significativo arsenal al gobierno de Hugo Chàvez y al règimen en la Isla.


Los cubanos y la comunidad latinoamericana no deben continuar subestimando la reactivaciòn de las relaciones, de Cuba, en particular las militares, con Moscù. El pueblo cubano està peligrosamente deslizandose de nuevo hacia el juego geopolìtico estratègico de Rusia, que no ha dejado de ser una de las mayores potencias militares en el mundo.

Los rusos estàn decididos a meter de nuevo las narices y las manos en la Isla. De hecho, las aspiraciones expansionistas rusas no estàn muertas. Existe de nuevo un gran peligro para Cuba y no debemos subestimarlo!!!

Moratinos y los intereses españoles en Cuba

Muchos cubanos del exilio y la oposiciòn interna han manifestado gran contrariedad por las declaraciones y esfuerzos del Ministro de Relaciones Exteriores de España con el objetivo de modificar la posiciòn comùn de la Uniòn Europea e impulsar las conversaciones y negociaciones bilaterales a partir de la deportaciòn a España ò Chile (no se puede hablar de liberaciòn) de un grupo de presos polìticos cubanos, sin comprender que la posiciòn del Sr. Moratinos es parte de la continuidad històrica y la lògica de los intereses geopolìticos de España hacia Cuba.

El verdadero objetivo de la posiciòn española dentro de la Uniòn Europea es la defensa y protecciòn de los actuales y perspectivos intereses econòmicos de sus grupos inversionistas desde hace tiempo presentes en la Isla en diversos sectores como energìa, comunicaciones y turismo. El tema de la supuesta lucha por la democratizaciòn de la sociedad cubana es solamente un pretexto usado ocasionalmente para presionar y sacar ventajas en sus negociaciones bilaterales con la Habana y en un cierto protagonismo en este asunto dentro la Uniòn Europea, por sus supuestos conocimientos como ex-metròpoli colonial.

En el caso de Cuba, el Sr. Moratinos entiende por “democracia” un clima polìtico que le asegure a España futuras fuentes de abastecimientos de energìas en la Isla a travès de las inversiones del grupo Repsol; y que proteja los intereses en la industria turìstica de grupos como Sol Melia , Iberostar y Oasis entre otros; asì como en los sectores de las comunicaciones y transportes, en especial la telefonìa; y en el sistema financiero con una gradual penetraciòn de sus mayores grupos bancarios.

De hecho, la situaciòn actual conviene a los grupos inversionistas españoles porque estàn operando en un mercado necesitado de capitales frescos, en el cual no existe la iniciativa privada nacional ni la competencia de los inversionistas estadounidense resultado de la absurda polìtica del embargo econòmico del gobierno EU, que tanto ha favorecido al gobierno cubano como a España en sus relaciones comerciales con la Isla. El embargo ha sido un comodìn para muchos paìses en sus relaciones con la Habana.

En realidad es difìcil entender còmo el gobierno español en la voz de su ministro de relaciones exteriores insiste en proponer abiertamente ante la Uniòn Europea una polìtica exterior mediocre y oportunista hacia la problemàtica cubana. Sin embargo, es tambièn muy preocupante observar còmo puede encontrar seguidores en algunos gobiernos de la Uniòn Europea cuando argumentan como avances de la democracia en Cuba la autorizaciòn a comprar y usar telèfonos celulares y computadoras, cierto acceso restringido a la internet, la posibilidad de hospedarse en hoteles ò alquilar un auto (todo ello en una moneda ajena al pueblo), la entrega en usufructo de las tierras ociosas (ùnica medida con cierta importancia polìtica, social y econòmica) y la reciente deportaciòn de un grupo de prisioneros cubanos.

Lo hemos escuchado decir que algo es algo; dando por extraordinario y avance lo que es normal para casi todo el mundo contemporàneo. El Sr. Moratinos, en su calidad de ministro, entendemos que deba defender abiertamente y con fuerza los intereses de los inversionistas españoles, pero no podemos aceptar que sea en detrimento de los cubanos, o usando a su antojo la banderita del problema Cuba cuando y còmo le interesa o convenga a su paìs.

Hoy màs que nunca, los cubanos no debemos olvidar que en el siglo XIX, Cuba fue la màs preciada posesiòn en los intereses geopolìticos del imperio colonial español, a la cual se aferraron hasta el ùltimo minuto. En Cuba, España tuvo el mayor y mejor armado ejèrcito colonial, dedicando enormes recursos y hombres en la lucha contra las aspiraciones de los independentistas cubanos. De manera oportunista cuando la derrota era inminente, no tuvo otra alternativa que negociar con los EEUU el final de la guerra sin considerar a los independentistas cubanos. El gobierno de Zapateros, en la figura de sus Ministro Moratinos hoy està haciendo una polìtica similar en la Uniòn Europea para salvaguardar sus intereses en Cuba ante la aguda crisis que enfrenta el règimen en la Isla.

Al Sr. Moratinos es bueno recordarle que el colonialismo español desapareciò a finales del siglo XIX, y que no se debe hacer la ilusiòn de poder vendernos un neocolonialismo disfrazado al inicio del XXI. Ni España, ni la Uniòn Europea, ni EEUU deben asumirse algùn papel rector o directo en el proceso por la democracia en Cuba; esto es y debe ser asunto y responsabilidad de los cubanos. Si quieren colaborar, bienvenidos, sin condiciones ni recetas, sin intereses ni maniobras encubiertas y oportunistas; sin asumir papeles protagònicos marginando a la sociedad civil y la oposiciòn cubana.

Los cubanos debemos aprender de los chilenos, de los suràfricanos y del pueblo español (no de los Moratinos, ni de sus inversionistas) a crear el movimiento cìvico en Cuba y en el exilio por el diàlogo en pro de la democratizaciòn de la sociedad cubana.

No me digan que es una ilusiòn; otros pudieron, por què los cubanos no?!